Las
BACRIM son ayudadas por miembros corruptos de la fuerza pública. Miembros del
sistema de justicia y de investigación criminal trabajan para la mafia
encubiertos. Políticos corruptos
promueven sistemas de combate del negocio para mantener el precio en las calles
de la mayoría de países del mundo donde se comercializa la cocaína colombiana.
Periodistas en medios de comunicación privados pro pauta apoyan ideologías
políticas opositoras entre sí para alterar el clima político y desviar la
atención sobre el problema principal: Estados unidos mantiene la ilegalidad
porque recibe a cambio fortunas de narcos en reducción de penas también vende
insumos químicos para el procesamiento de la cocaína y armas para la guerra
entre pandillas de tráfico interno carne de cañón de la mafia ante las
autoridades, a quienes entregan pequeñas cantidades promovidas como eficiencia
por los medios, en diminutas incautaciones frente a las miles de
toneladas que salen sin ser detectadas. Líderes sociales y defensores de
derechos humanos son asesinados por incentivar la cultura de legalidad y la
denuncia, contra los criminales y los miembros corruptos de la fuerza pública.
La solución es la regulación por impuestos y no la persecución costosa en recursos
y vidas. #20dejuliode2015
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